domingo, 26 de abril de 2015

¿DIETA? ¿ESTRÉS?

El estrés se produce cuando los sucesos de la vida, ya sean físicos o psíquicos, superan nuestra capacidad para afrontarlos. Sus efectos se concentran sobre el corazón y sobre el sistema cardiovascular, que se ve obligado a trabajar de forma forzada; y sobre el sistema inmunitario, que reduce su efectividad.

La ansiedad también suele ser punto común en personas que se sienten "estresadas". Se trata de un trastorno psícosomático, que comienza afectando a la mente pero acaba repercutiendo sobre diversos órganos del cuerpo, produciendo taquicardia, dolor de estómago, colon irritable (alternancias entre estreñimiento y diarrea), etc. 



Una de las diversas consecuencias del estrés es que las glándulas endocrinas liberan hormonas que aumentan los latidos del corazón y el ritmo respiratorio, elevan el nivel de azúcar en la sangre, incrementan la transpiración, dilatan las pupilas y hacen más lenta la digestión.



Hay quien piensa que el estrés es combatible con determinadas dietas:
La dieta varía en función de los síntomas. 
Es necesario alimentar correctamente al cerebro y su principal fuente energética es la glucosa. Para mantener bien nutrido al cerebro no es preciso aumentar el aporte de calorías, pero sí cuidar especialmente el aporte de determinados nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Estos nutrientes son los que intervienen directamente en la concentración, la memoria, el rendimiento intelectual y el estado de ánimo.

RECOMENDACIONES:
-Respetar los horarios de las comidas sin saltarse ninguno.
-En caso de insomnio, una infusión relajante o leche caliente antes de acostarse ayudan a conciliar el sueño. 
-Comenzar el día con un buen desayuno, para evitar la hipoglucemia, que suele producirse a media mañana, lo que provoca nerviosismo e irritabilidad. 
- Cuidado con las dietas desequilibradas de adelgazamiento, ya que se produce una menor ingesta de hidratos de carbono, vitaminas y sales minerales, nutrientes que participan en el buen funcionamiento del sistema nervioso.

Se aconsejan alimentos como leche y lácteos, carnes, pescados, huevos, cereales, legumbres, frutas, verduras, hortalizas, aceite de oliva..


Así como se desaconsejan los productos grasos, con alto contenido en nata, embutidos, bollería y repostería, bebidas y alcoholicas y todas aquellas bebidas estimulantes como el café, el té.. 


                                                                      

















BIBLIOGRAFÍA:

Imágenes: www.masquesalud.es , www.cocinillas.es , www.anexca.com , carneslecheshuevos.blogspot , www.olivefruit.com


Información: www.saludyalimentacion.consumer.es , www.eufic.org


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