jueves, 16 de abril de 2015

Nutrigenómica, un campo por descubrir

La genómica nutricional estudia cómo influyen los alimentos y sus componentes en el genoma tanto a nivel molecular, celular y sistémico. El objetivo es utilizar la dieta para conseguir prevenir o curar diferentes enfermedades. En este ámbito se utilizan dos términos: nutrigenómica y nutrigenética. La diferencia entre ambos es que la nutrigenética, también llamada nutrición individualizada o personalizada, estudia el efecto de la variación genética en la interacción entre la dieta y la enfermedad, y su objetivo es encontrar los beneficios de las dietas y de distintos alimentos y así poder realizar recomendaciones a según qué personas.
Por otro lado la nutrigenómica estudia el efecto de los nutrientes sobre el genoma humano y su objetivo es encontrar las mejores recomendaciones dietéticas para prevenir las enfermedades y conseguir una buena salud. Basándose en el objetivo ya dicho de la nutrigenómica, se han elaborado varios estudios que tienen como finalidad mejorar la salud de la población en general, y la de personas con alto riesgo de sufrir enfermedades como cáncer, hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Como en verdad todos somos únicos, este estudio es más complejo de lo que parece, ya que se pueden obtener diferentes resultados en según qué personas y esto se puede determinar mediante análisis genéticos. Aún así, las  enfermedades citadas anteriormente, se producen por interacciones entre genes específicos y factores ambientales. Los factores ambientales siempre se han relacionado con el consumo de drogas, alcohol o tabaco, a la exposición a tóxicos o al nivel socioeconómico de una persona, pero al factor al que estamos expuestos desde que nacemos hasta que morimos es la alimentación, por ello los hábitos dietéticos son, en gran parte, lo que determina la expresión de los genes de cada persona a lo largo de su vida.
El primer paso a seguir es identificar los genes clave en el desarrollo de una enfermedad. Esto se consigue gracias a la información generada por el Proyecto del Genoma Humano. Tras conseguir esto, se realiza una investigación más exhaustiva sobre las interacciones gen-nutriente o gen-dieta. Antes se estudiaba el efecto de un nutriente sobre un proceso  metabólico concreto, ahora según Hoffman se necesita conocer los nutrientes, alimentos y dietas, realizar evaluaciones dietéticas y métodos estadísticos adecuados, herramientas que permitan estudiar los casos más complejos y un gran potencial tecnológico para estudiar bien las interacciones gen-nutriente.
Con la nutrigenómica también se abrió el campo de la modificación genética de los vegetales para mejorar las cualidades nutricionales de estos en favor de la salud humana, y ahora que se empiezan a realizar las dietas personalizadas, se cree que podría ser un valor añadido a las próximas generaciones de alimentos y cultivos en un futuro no muy lejano.
Los diferentes tipos de análisis genéticos que se empelan actualmente en el campo                                                                         de la nutrigenómica, entre otros, son:
  • ·         La incompatibilidad alimentaria, en la que se realiza un contraste sobre un gran número de alimentos para determinar con precisión cuáles presentan riesgos o beneficios sobre el organismo de una persona en concreto. Por ejemplo estos alimentos pueden ser: frutas, verduras, lácteos o cereales. 
  • ·         Este mismo contraste se puede realizar con sustancias del entorno en el que nos encontramos, ara saber cuáles pueden producir efectos adversos en nuestro organismo, por ejemplo los epitelios, productos químicos o medicamentos.
Aquí os dejamos también un enlace a una entrevista concedida por el Dr. David de Lorenzo para TeleMadrid sobre qué alimentos pueden influir en un futuro desarrollo de enfermedades como el cáncer. 


http://www.telemadrid.es/?q=noticias/noticia/30-minutos-que-comer-para-esquivar-el-cancer

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